Durante los últimos años Noora Louhimo y sus muchachos nos han visitado con bastante asiduidad, ya sea en festivales veraniegos o liderando su propio tour, por lo que resultaba obvio que en una ocasión tan especial como la publicación de su cuarto álbum harían escala en Madrid. Una vez más la afluencia de público fue masiva, siendo evidente que los finlandeses siguen recopilando seguidores allí por donde pasan. La sala Penélope acabó rozando el lleno, dando el calor y el color necesarios para celebrar la visita por todo lo grande. En cuanto a los invitados que comparten cartel con BATTLE BEAST en esta gira, tuvimos por un lado al trío japonés GYZE, una banda desconocida para la mayoría y que practican un Death melódico, y por otro a MAJESTY, completando así un cartel que haría las delicias de todos los seguidores.
Con muchas ganas de agradar al todavía escaso público que se encontraba en el recinto, los chicos de GYZE salían a por todas, dispuestos a no dejar indiferente a nadie. Con el escenario engalanado con un telón de fondo con el logo de la formación, los de Tokyo se encargarían de calentar al respetable durante su escasa media hora de show. Su nuevo disco, que está previsto para finales de este mes de marzo y llevará por nombre “Northern Hell Song”, deja piezas como “Black Bride” o “The Bloodthirsty Prince”, que sirvieron para contagiar su entusiasmo gracias a unos estribillos pegadizos y a las buenas maneras de un grupo que se mostró muy dinámico en escena.
Los siguientes en tomar posiciones en el reducido escenario eran MAJESTY. Una banda con una amplia discografía y aun así bastante complicada de ver por los escenarios del país. Apenas hace unos días publicaban nuevo álbum “Rebels”, del cual interpretaron gran parte. Ataviados con ropa de combate, al más estilo MANOWAR, dejaron unas inmejorables impresiones en cuanto a técnica y sincronización.
Pero sin duda el auténtico protagonista de la descarga de MAJESTY fue su vocalista Tarek Maghary, que se entregó en cuerpo y alma. Las sugerentes melodías de “Die Like Kings” serían las elegidas para el inicio de su show, dejándonos desde los primeros compases a un grupo con tablas y en todo momento con un excelente nivel. Tras el cálido recibimiento de la audiencia, el relevo llegaría de manos del imponente “Hail to Majesty”, de su álbum “Keep It True”, ratificando la impresión generalizada de que las composiciones de MAJESTY ganan muchos enteros en directo.
Si hay buenos músicos y se percibe cohesión y entendimiento, el resto fluye solo. Así ocurrió con sus temas más recientes y con los rescatados de sus anteriores obras, más conocidos por el personal, que acompañó notablemente al grupo en “Final War” y la balada “Across The Lightning”.
No hubo espacio para el desfallecimiento con “Metal Law”, llegando así a otro momento muy bien recibido con “Heroes In The Night” y “Thunder Rider”, para terminar con “Rebels Of Our Time” y “Fighting Till The End” una actuación prácticamente impecable. Los germanos han sufrido diferentes cambios en la formación, por lo que sería deseable que definitivamente se asentaran y pudiéramos seguir disfrutando del legado de MAJESTY.
La trayectoria de BATTLE BEAST está dando tanto de sí que su debut de 2011 “Steel” parece infinitamente lejano. Su carrera se ha acelerado en los últimos años con las ediciones de “Battle Beast” en 2013, “Unholy Savior” en 2015 y su reciente trabajo “Bringer of Pain”, algunos de cuyos temas pudimos ver por primera vez en directo, así como adquirir las primeras copias de la obra.
Algunas de estas piezas deben ir calando en el personal, algo que sin duda harán, porque aunque “Straight To The Heart” o “Familiar Hell” jamás los habíamos escuchado en concierto, dejaron muy buena sensación. Parece que BATTLE BEAST han querido plasmar un mensaje más crítico y directo en este nuevo disco, sin perder su estilo netamente metalero. Y han logrado un gran trabajo. Ya lo vimos reflejado en los adelantos que habían mostrado, como fue “Into The Heart of Danger”, incluido en su álbum homónimo. Dieron paso a “We Will Fight”, que pese a ser de los nuevos, se colocaría a la altura de sus temas más emblemáticos, con el personal ya cantando sus letras tan solo con unas pocas escuchas. Se nota que gusta más en directo con el juego de luces. Apuesto a que con el tiempo pueden estar al nivel de aceptación de temas como “Let It Roar” o el ideal para los directos “Black Ninja”.
Sus temas de heavy metal más clásico van muy encaminados a crecer en los directos; solo hace falta que la formación lo clave en escena, como ocurrió esta noche. Destacaría lo que consiguió transmitir Noora, como eje fundamental. Siempre se la ha visto entregada en escena, pero diría que además ahora traza bastante mejor los registros y los cambios de tonos para alcanzar los agudos. Me pareció, al menos, más fluido su registro que en otras ocasiones.
La comercial “Touch In The Night” nos acercaba a otro momento álgido de la actuación, con “Bastard Son Of Odin”, “Enter The Metal World” o “Out Of Control”, con la que los finlandeses muestran su faceta más elaborada. Siempre han poseído temas con estribillos muy directos, pero cuando se explayan de esta manera siguen causando admiración.
Por supuesto que la gente quería más y la banda le ofreció dos temas, una vez hecha la falsa despedida habitual de los conciertos. “King For A Day” y “Beyond The Burning Skies” fueron las últimas ofrendas de su nueva obra. Y así se despidieron entre aplausos y muestras de cariño.
Texto y Fotos: Dani Diez
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