NIGHTFEAR + LEYENDA + CHISME ANIMAL - SALA CARACOL, MADRID // 25-03-2017


Hace tan solo unos días NIGHTFEAR daban por finalizada la gira de presentación de su segunda obra, “Drums Of War”, en la Sala Caracol de Madrid, dejando a todos los presentes una muy grata impresión y la convicción de que la banda tiene por delante un futuro más que prometedor. En esta ocasión iban a estar acompañados por dos bandas amigas, CHISME ANIMAL y LEYENDA, sustituyendo estos últimos a SYNCHRONICAL.


Abrían las puertas CHISME ANIMAL, una formación del sur de Madrid más concretamente de Getafe, capitaneada por su frontman Josué Xancó. Engancharon desde el inicio con el público gracias a sus temas frescos, juventud y energía.


Temas como “Al Ponerse el Sol”, “Extinción”, “Cazador de Almas” o “La Huella” encandilaron, divirtieron y fueron el perfecto preámbulo de lo que estaba por venir, adornado por el buen humor del quinteto. El orden de las bandas parecía estéticamente intencionado, pues se pasó de las vertientes de metal más fantasioso e inventivo al metal más pesado y contundente, según avanzaba la noche.


LEYENDA eran los segundos en subir a las tablas con su metal épico, repleto de bellas melodías, dobles armonías de guitarra y muchas ganas de diversión. Con su entrega y desenfadado consiguieron enganchar a un público que se mostró muy participativo durante la descarga del cuarteto madrileño. Arrancaron su show con la melodiosa “Horizontes”, comandados por Antonio S. Montemayor a la voz y guitarra rítmica decidieron montar una buena fiesta con temas como “Entórname los Ojos”, “Un Nuevo Mundo” o “Esmeralda”, que consiguió poner a todo el mundo a bailar mientras coreaban el estribillo.


Tuvieron incluso momentos para el regocijo propio y ajeno al rescatar el tema que dio título a su último trabajo “Bienvenidos al Paraíso”, un medio tiempo marcado y rotundo, con un aire muy ensueño. Con “Desierto de Hielo” llegó el momento cumbre de la actuación, vitoreada por el entusiasmado público que seguía accediendo en masa a la Caracol.


Tras una pausa, un poco más larga de lo habitual, llegaba el momento de las estrellas de la noche. Personalmente siempre he pensado, ¿por qué una banda del nivel de NIGHTFEAR no puede estar anunciada en festivales veraniegos como el Leyendas del Rock o incluso el propio Rock Fest? Supongo que no encontraré la respuesta.


Ismael Retana, Oscar Bravo, Lorenzo Mutiozabal, Manuel Moreno y Víctor Blanco, que sustituía al accidentado Víctor Durán, salieron a por todas, comiéndose un escenario presidido por la portada de su segundo álbum, “Drums Of War”, como telón de fondo y un mediocre juego de luces, disfrutando de un sonido bastante bueno durante todo el concierto.  Los primeros acordes de “Breakout” inundarían la sala, con todos los asistentes cantando este himno, algo que Lorenzo agradeció en diferentes ocasiones.


Si hay algo que siempre ha caracterizado a NIGHTFEAR es la velocidad, y precisamente así fue su actuación en Madrid: una auténtica carrera contrarreloj, a un ritmo fiero y trepidante, en el que no hubo tiempo para baladas ni medios tiempos, sino únicamente para un derroche rotundo de contundencia, bañado en buen humor y una actitud tremendamente positiva. Con “Farewell”, que rebajaba mínimamente el nivel de revoluciones, se concentraban en su faceta más netamente heavy metalera. Pese a que durante todo el show fue Lorenzo quien se llevó la mayoría de las atenciones, también tuvieron su merecida cuota de protagonismo sus compañeros a las seis cuerdas Ismael y Víctor, ofreciéndonos algunos riffs verdaderamente galopantes en temas como “The Prophecy”.


Hicieron un guiño a su álbum debut, “Inception”, de la mano de “Steel Warrior”, a la que siguió “The Wrath Of The Gods”, donde el ritmo no decreció y nos dejó a la pareja de guitarristas ocupando el centro del escenario, acaparando todas las miradas mientras el resto de sus compañeros no dejaban de alentar y animar a las primeras filas.

Parecía complicado mantener semejante nivel de intensidad durante todo el concierto, pero lo cierto es que el quinteto se mostró en un estado de forma espléndido, imprimiendo al show un ritmo auténticamente enérgico. No habría espacio para extensas charlas, ni solos excesivamente largos. Así que la tormenta sónica siguió azotándonos sin compasión con temas como “Black Roses”. Tras unas minutos para secarse el sudor y coger aire fresco, presentaron la primera cover de la noche, ni más ni menos que “Caught Somewhere In Time” de Maiden. Simplemente bestial.


Con el personal completamente extasiado proseguirían con “Sands Of Fire” y “A New Beginning”, que sonó atronador. Viendo a una banda en la que se podía palpar el buen rollo con los integrantes intercambiando constantemente gestos y muecas, nos acercábamos a uno de los momentos culminantes de la noche con “Immortal”, una de las favoritas de la audiencia, que contó con la participación masiva del público. Para rematar la faena, NIGHTFEAR se decantó por el tema que abre su último trabajo, “Path Of Victory” y por el aplastante y decisivo “Drums Of War”, que consiguió envolver a todos los presentes con sus melodías de corte apresurado, consiguiendo poner un fascinante final de bolo.


Tras la brutal y espitosa ración de velocidad ofrecida, los madrileños no se hicieron esperar mucho para volver y finiquitar su espectacular actuación puños en alto para rendir homenaje a Manowar con “Hail And Kill” y despedirse definitivamente con la embrujadora “Pride”, demostrándonos que se encuentran en un fantástico momento de forma, ofreciendo un gran despliegue físico y musical.

Fotos: Dani Diez