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Cita ineludible e inexcusable la que el pasado viernes 26 de
septiembre tuvo lugar en Bilbao, una de las bandas más emblemáticas de los años
90, las Vixen. Las rockeras estadounidenses vinieron a Bilbao a realizar un
gran concierto, una actuación en la que dejaron patente a todas luces que no
son una banda acabada, que después de unos cuantos años paradas han resurgido
de las cenizas. Siguen haciendo buena música, desbordan por su talento,
creatividad y su capacidad como músicas, sin caer en el aburrimiento.
Vixen anunciaron una mini gira por Madrid, Bilbao y
Barcelona, una gira del recuerdo de aquellos maravillosos años 90 donde estaban
anunciadas en grandes festivales por Europa junto a bandas de nivelazo como
Scorpions. El show de Vixen se basó en su pasado, y en muchas de las piezas más
clásicas de finales de los 80 y comienzos de los 90, en la primera parte del
concierto pudimos escuchar algo de material como “Rev It Up”, “How Much Love”,
“Cruisin” o la excelente “Bad Reputation”, con todo el grupo funcionando a la
perfección, un sonido realmente impecable y una voz de Janet Gardner que con el
paso de los años ha perdido algunos tonos pero nunca las ganas de agradar a su
público.
Conforme fue avanzando el concierto, esas extensas y
complejas piezas de Hard Rock que hicieron famosas a Vixen empezaron a caer.
“Love Is a Killer”, “Never Say Never” o “Hell Raisers” harían las delicias del
heterogéneo público que Vixen congregó en la Sala Santana, e igualmente
aplaudidas y ovacionada fue el espectacular solo de batería de Roxy Petrucci.
El momento más emotivo fue “Love Is a Killer”, un tema con mucho sentimiento y bonitos recuerdos.
Janet Gardner anunció “Love Made Me”, y Santana estalló en
aplausos. De nuevo, el grupo esta sensacional, mucha actitud y alma rockera,
esas cosas son de agradecer. Llegabamos a la recta final y Vixen nos habían
ofrecido cerca de hora y cuarto de Hard Rock en estado puro, con toda la
esencia propia del género y haciendo un concierto más que digno. “Wrecking
Ball” y “Edge Of A Broken Heart” sirvieron de despedida, entre una fuerte
lluvia de aplausos de agradecimiento por hacer retroceder el tiempo. Es una
pena que por diferentes motivos en su día decidieran colgar los instrumentos,
aunque lo positivo es su vuelta y esperemos sea para seguir defendiendo el Hard
Rock a capa y espada.
Texto y fotos: Oscar Diez
Texto y fotos: Oscar Diez