Espectacular, profesional y muy divertido. Son los tres adjetivos que para un servidor resumen el concierto que ANNIHILATOR ofrecieron el pasado Jueves 8 de Octubre en la Sala Santana 27 de Bilbao junto a dos interesantes bandas que compartían esta gira, HARLOTT y ARCHER. Tras su paso por el Rock Fest de Barcelona con el jefe, Jeff Waters compaginando la guitarra con voz principal, ANNIHILATOR iniciaba una nueva gira por las principales ciudades europeas presentando su nueva obra discográfica “Suicide Society”.
Los australianos HARLOTT, fueron los encargados de romper el hielo con su potente Thrash Metal lleno de energía. Los jóvenes de Melbourne, ofrecieron un concierto movido y lleno de nervio. Principalmente gracias al torbellino de guitarra, Ryan Butler.
La influencia del metal más clásico es bastante clara en HARLOTT, y ello quedó claro cuando anunciaban temas de su último trabajo llamado “Proliferation”. Actitud y ganas de gustar son algunos de los perfectos adjetivos para renombrar a esta interesante banda de Thrash Old School.
Y tras un rápido cambio de equipo llegaba el segundo plato, ARCHER, una banda compuesta por 3 miembros que practican un Heavy Metal clásico con toques más speed metal. Siguiendo fieles a sus principios, y así lo refleja su último trabajo “Culling The Weak” publicado en Julio del pasado verano. Su puesta en escena no tuvo el empuje que sus compañeros anteriores y enfriaron un poco al respetable. Le dieron salida a temas como “Culling The Weak” o “Dawn Of Dilution”, además de rendir su homenaje particular a MEGADETH, con “Tornado Of Souls”.
ANNIHILATOR han desarrollado una formula elemental y directa, donde el mayor peso del show recae sobre la imponente presencia del omnipresente Jeff Waters. Sobre un escenario relativamente sencillo, con 2 telones laterales y una enorme lona tras el kit de batería. La descarga de la apisonadora de Ottawa (Canada), comenzó con la intro de rigor, el “Rock You Like A Hurricane” de SCORPIONS, dando paso a “King Of The Kill”, seguido de “Snap”, “Creepin´ Again” y “Suicide Society” de su último trabajo homónimo. Quedó claro que la audiencia estaba entregada y los recibió con un atronador estruendo de aplausos.
“No Way Out” de su anterior álbum “Feast”, procedieron al hit “Set The World On Fire”. Mr Jeff Waters en su salsa, luciendo cresta y acaparando la fuerza del directo, se paseaba seguro sobre el escenario. No se prodiga en discursos, lo que agiliza mucho un concierto, ya que te de la impresión de que aquí se viene a lo que se viene, y no a pegar charlas al público. Por poner un pero, los excesivos parones entre tema y tema, en ciertas ocasiones.
La apabullante “W.T.Y.D”, sirvió de enlace a “Never, Neverland”, muy coreada y que sirvió para arrancar los primeros empujones entre las primeras filas. A diferencia de otros grupos, que insisten en utilizar el ecuador de un concierto para canciones pasables, ANNIHILATOR optó por sacar la artillería pesada y no dejar que nadie bajara la atención del espectáculo. Y para seguir calentando más la sala eligieron, “Tricks And Traps”, junto a “Bliss”, provocando un infierno luminoso y repleto de humo en escena.
Tras un nuevo parón, salieron motivados con “Second To None” y “Refresh The Demon”, recibida con euforia y gritos por el público, seguida poco después con otra pieza básica de su carrera como es “City Of Ice”. El ritmo del concierto no decaía en ningún momento, en parte por la entrega de la sala, en parte por la dinámica de la banda, a la cual se la vio muy compenetrada para el corto tiempo que llevan juntos.
Llegaba la recta final del espectáculo y se desata la locura con “Phantasmagoria” de su álbum “Never, Neverland”, preparando el terreno para los bises, que daban comienzo con la poderosa “Alison Hell”. Para continuar con un medley entre risas y buena música, enlazando temas como “Chicken And Corn”, “Kraf Dinner”, “21” y “Reduced To Ash”. Para despedirse a lo grande con “Human Insecticide”. Fue un directo excelente, digno de una gran banda. Dejaron el pabellón bien alto, con una formación que esperemos sea la definitiva y el poder de liderato que Jeff Waters atesora, un músico fuera de lo normal.
Texto y Fotos: Dani Diez